Traductorado Público

El Traductor Público es un profesional universitario, de acuerdo con el art. 28 de la ley Nº 12.997 de 28/XI/1961, ejerce una profesión liberal, siendo depositario de la fe pública, y su actividad es de naturaleza eminentemente intelectual.

El ejercicio de su profesión abarca un vastísimo espectro en el campo del conocimiento -lo que presupone una constante puesta al día en la medida en que se amplía incesantemente el ámbito de la ciencia y de la técnica- exigiéndosele una total pericia idiomática, por cuanto el dominio de los idiomas en que actúa es “conditio sine qua non” para el desempeño de su profesión.

Debe poseer asimismo una vastísima cultura, imprescindible en su actividad de intermediario entre pueblos y etnias con formas de vida diferentes que debe conocer en todos sus aspectos: jurídico, cívico, sociocultural, científico, comercial, literario, etc.

Las leyes uruguayas determinan en muchos casos su actuación preceptiva para el diligenciamiento de documentación que proviene del extranjero o que se remite al exterior, de la que son ejemplos los exhortos, poderes, sentencias, testimonios, certificaciones, documentos personales, comerciales, financieros y técnicos en general.

Desde el año 1976, la carrera de Traductorado Público se halla radicada en la Facultad de Derecho. A ella se ingresa mediante una prueba de admisión en idioma español y en idioma extranjero, y solo pueden presentarse quienes hayan aprobado el segundo ciclo de Enseñanza Secundaria (egresados de cualquier orientación) y posean el conocimiento previo del idioma extranjero. Cabe consignar que la carrera de Traductorado exige del aspirante un nivel de suficiencia en el conocimiento de la lengua extranjera que presupone, necesariamente y sin excepción, largos años de estudio para alcanzar el dominio cabal de la misma. La Facultad no tiene, por consiguiente, el objetivo específico de “enseñar” lenguas, sino el de impartir “especialización” técnica y diversificada de alto nivel en las mismas.

Los cursos de Traductorado se dictan en las siguientes lenguas: alemán, francés, inglés, italiano y portugués, previéndose para el futuro una ampliación del actual espectro lingüístico.

Actualmente rige un plan de estudios de cuatro años de duración (estructurado en 17 asignaturas dictadas en cursos anuales que conforman la doble vertiente lingüística y jurídica de estos estudios) que recoge iniciativas y experiencias nacionales y extranjeras.

Se prevén, asimismo, cursos de posgrado en tres áreas básicas de especialización: la de traductor literario, traductor científico, y traductor-intérprete en la órbita judicial.

 

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