21 de marzo Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial
Este 21 de marzo desde la Cátedra UNESCO de DDHH de Udelar creemos urgente romper el silencio, combatir el racismo defendiendo el derecho de todas las personas a vivir una vida digna y sin discriminaciones. Esto se hace necesario en un momento en que experimentamos un aumento de racismo y discriminación a nivel local y global. Desde la situación de lo que está siendo considerado un genocidio en Gaza en este momento y el apartheid que viene experimentando la población palestina desde hace más de 75 años pasando por la situación de emergencia de genocidio en Yemen hasta lo que nos toca en la vida cotidiana en nuestro país con incidentes de antisemitismo y racismo en las últimas semanas.
Ante la creciente violencia, desigualdad y precarización de la vida, reafirmamos la importancia de los derechos humanos como horizonte que nos permita convivir con nuestras diferencias y especificidades. El principio de igualdad que tiene un gran desarrollo en el derecho internacional de los derechos humanos registrado en la Carta de las Naciones Unidas (1945) y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos consagra en su primer artículo que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Todas las ideologías de superioridad racial son moralmente condenables y socialmente injustas, además de peligrosas como hemos comprobado a lo largo de la historia y se confirma hoy en día. Es por eso por lo que en1966 se proclamó el 21 de marzo como Día International para la Eliminación de la Discriminación Racial. Esta fecha fue elegida por su simbolismo, ya que conmemora la matanza en 1960 de 69 personas que manifestaban pacíficamente contra el apartheid en Sharpeville, Sudáfrica. Es un día que representa la lucha contra la política de apartheid y la búsqueda de la eliminación toda forma de discriminación. En este día se promueve la sensibilización y apoyo a la acción contra la discriminación, xenofobia y otras intolerancias. La discriminación racial puede producirse por diversas razones, entre otras por motivos de raza, color, descendencia, nacionalidad, origen étnico.
La discriminación racial está reconocida en todos los instrumentos internacionales de derechos humanos e implica la obligación de los Estados de eliminar la discriminación de la esfera pública y privada. En 2024, estamos en el último año del Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024); sin embargo, vemos cómo el reconocimiento, justicia y promoción de los derechos de grupos históricamente diferenciados y sujetos al racismo es todavía una tarea pendiente.
En 2002 la Declaración de Durban en Sudáfrica de la “Conferencia Mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia” organizada por las Naciones Unidas elaboró un programa amplio de lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia. Esta declaración propuso medidas concretas con un enfoque centrado en las víctimas y una evaluación del pasado que reconoce las responsabilidades de los Estados con el fin de romper prejuicios raciales, actitudes intolerantes e irrespetuosas a través de la educación y la valoración de la diversidad, pero también desarmar sistemas como el apartheid que transforman la desigualdad a nivel estructural ofreciendo oportunidades y reparación por vulneraciones históricas.
Considerando que la UdelaR se declaró antirracista en 2023, es nuestra obligación hacer que la lucha contra el racismo y todas las formas de discriminación sean parte de la agenda institucional desde el salón de clases hasta las políticas de contratación y promoción de la inclusión de grupos históricamente excluidos como la población afrodescendiente. También significa promover el diálogo, la inclusión y el reconocimiento de derechos y el pleno reconocimiento de la dignidad humana de todas las personas. En este momento esto significa sensibilizar a la ciudadanía sobre temas relacionados con los derechos humanos como la situación en Gaza, los ataques antisemitas en Uruguay y los ataques racistas en las
redes hacia personas afrodescendientes. Personas que sufren la injusticia y el estigma que trae consigo el racismo experimentan esta ideología en carne propia no sólo como ideas. Levantemos la voz para dejar bien claro y reafirmar colectivamente que valoramos el respeto de la diferencia y el
reconocimiento de los demás como forma de vivir en comunidad y en un mismo planeta. Seamos responsables ante nuestra implicación en la transformación de ideologías y prácticas culturales que sostienen la desigualdad y el privilegio de unos a costa de la deshumanización de otros, y comprometámonos con que el principio y derecho de la igualdad proclamada hace 75 años siga siendo el faro hacia donde mirar colectivamente.
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